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El IAB (Interactive Advertising Bureau) ha puesto en entredicho la creencia de que los usuarios móviles dedican la mayor parte de su tiempo online a las apps. Según las conclusiones de su estudio, si bien es cierto que las aplicaciones constituyen el punto de partida, los usuarios las utilizan con frecuencia para acceder a la web.
Tal como refleja el último informe presentado por el Interactive Advertising Bureau (IAB) sobre el comportamiento móvil de los usuarios y consumo de contenido online, solo el 18% de los usuarios móviles realmente destina más tiempo a las apps que a la web móvil. Una afirmación que echa por tierra las conclusiones de estudios anteriores, como es el caso de comScore, donde se indicaba que el 88% de estos usuarios dedicaba gran parte de su tiempo móvil principalmente a las aplicaciones.
Los datos del IAB matizan esta conclusión, indicando que no se trata e que los usuarios hayan abandonado de repente las aplicaciones móviles, si es que alguna vez las adoptaron, sino que éstas constituyen una vía de acceso a la web móvil. Su encuesta indica que más de la mitad de los usuarios (52%) hace clic en los enlaces que les ofrecen las apps, y continúa su navegación directamente en la web. Por tanto, dichos usuarios técnicamente están utilizando la app, cuando en realidad están consumiendo contenido de los sitios web.
El informe recoge asimismo las preferencias de los usuarios móviles, a la hora de demandar contenido online desde sus dispositivos móviles. De este modo hemos podido averiguar que, a la hora de realizar búsquedas, la opción preferente son los buscadores (42%) sobre las apps (20%); mientras que para un tercio de ellos resulta indiferente.
En cambio, cuando se trata de comprar, existe una mayor equidad entre los sitios móviles (28%) y las apps (22%). En este caso, las aplicaciones permiten a los consumidores una serie de ventajas y comodidades en cuanto a experiencia de compra que superan a la versión web. Según Flurry, el pasado año, el uso de las aplicaciones móviles aumentó un 76%, lo cual implica un crecimiento anual del 115%, respecto a 2013. Pero ésa no es la nota dominante. Durante este periodo, los usuarios mostraron un interés creciente en las aplicaciones de compras, hasta el punto de que su uso creció nada menos que un 174%.
También se pudo apreciar un crecimiento importante en cuanto a las aplicaciones de productividad (121%), mensajería social (103%) y las cada vez más extendidas sobre salud y deportes (89%). Cabe mencionar el especial interés de los usuarios en las apps de viajes, cuyo uso aumentó un 89%.
Como podemos ver, las apps no se utilizan solo para estar conectados y comunicarnos con nuestros amigos y conocidos, sino que cada vez se utilizan más como herramienta para solucionar y/o agilizar problemas cotidianos y, por supuesto, para comprar.
Entonces, ¿Apps sí, o no?
Más que discutir la idoneidad de las apps móviles, la cuestión es aprovechar su utilidad. Los usuarios quieren soluciones, independientemente de si éstas se aportan a través de aplicaciones, o directamente en la versión de escritorio. Las aplicaciones suponen un entorno cerrado y controlado, lo cual supone ventajas para ofrecer soluciones personalizadas, e inconvenientes cuando se trata de ir más allá de sus fronteras. Por ello, la solución idónea pasa por diseñar una estrategia combinada, aprovechando el potencial de las apps para captar y fidelizar clientes y mantener un contacto más directo y personal, mientras que el site móvil sea el escaparate completo que muestre la marca en todo su esplendor. Se trata de dos vías distintas y complementarias para conectar a la marca con sus clientes y hacer productiva para ambos dicha relación.
