Por Redacción - 20 Abril 2015
Cuenta con un recorrido corto de vida pero es una de las aplicaciones fijas en la mayoría de los smartphones de los consumidores. Hablamos de Whatsapp, que con sus virtuales 800 millones de usuarios y sus más de 54.000 envíos de mensajes instantáneos diarios se ha convertido en una de las apps del momento.
Un soporte digital a partir del cual las empresas pueden acceder a inmejorables oportunidades de negocio por lo que este nicho de mercado representa pero también un espacio en el que se puede delinquir de sobremanera. Y es que los ciberdelincuentes han encontrado en Whatsapp una herramienta con la que hallar nuevas víctimas de las que nutrirse, según la compañía Panda Security, que cifra en siete los tiempos que en la actualidad se llevan a cabo en los teléfonos móviles de los usuarios a través de esta chat.
Invitación a llamadas de voz
Este timo consiste en la recepción de un anuncio en el que se señala que esta app de mensajería instantánea iba a incorporar llamadas de voz. Una oportunidad que los hackers no dejaron escapar pues se difundió que solo se podía acceder a este servicio por invitación. Y del dicho, al hecho: miles de usuarios recibieron una falsa invitación con la que poder disfrutar de conversaciones gratuitas que no era sino un enlace a partir del cual descargar un software contaminado.
Falso cheque regalo
Es un modo de estafa que también está presente en otras redes sociales. En concreto, el usuario recibe un mensaje que se encarga de informar de que el gigante del ecommerce Anazon se ha integrado a Whatsapp y, qué casualidad, el susodicho ha resultado elegido para acceder a un cheque regalo.
Los responsables de este timo no dan mucho tiempo a los usuarios para que se piensen la oportunidad, pues solo cuentan con un número fijo de fans, 18.000, a los que agraciar con tal regalo. ¿El verdadero obsequio? Un virus troyano que infecta el móvil y hará que este dispositivo engrose las listas de los aparatos vulnerados por estos ataqueos.
A vueltas con el check azul
Una de las funciones más controvertidas de esta app, el doble check azul, también ha permitido a los delincuentes realizar actividades fraudulentas. La mayoría de las cuales versaba sobre la posibilidad de desactivar este servicio, para lo cual obligan a los usuarios a suscribirse a un servicio de SMS premium, tarifado de manera especial.
Navegador web
Los fraudes a través de la plataforma de navegador web de Whatsapp no se retrasaron. Así, enseguida han aparecido sitios fraudulentos que el único propósito que tienen es robar los datos bancarios de los usuarios que caen en la trampa. Estas páginas, muy numerosas, emplean distintas estrategias para estafar a los usuarios, desde pedir el móvil para suscribirse hasta pedir información confidencial, como los datos bancarios.
WhatsApp Oro
Este delito cuenta ya con algunos meses y fue denunciado por la Policía Nacional y por la Guardia Civil. En concreto, criticaban la aparición de anuncios sobre esta fraudulenta aplicación, que mejoraba las prestaciones del servicio. Una falacia que lo único para lo que sirvió era para sanear las cuentas de los estafadores pues llegaron a embolsarse hasta 36 euros por usuario. Para ello, al incauto se le ofrecía un servicio especial, que le derivaban a una página web en la que le pedían su número de móvil que, al proporcionarlo, aceptaba una suscripción de contenidos, tarifada individualmente. De ahí el grosor de la suma.
La app espía
Otro de los mensajes más difundidos, falso, era la existencia de una aplicación que permitía acceder a las conversaciones de los contactos de un usuario dado. Un timo para los más curiosos que, incautos, se descargaban una app de alto coste a cambio, como es de esperar, de ningún dato interesante de la audiencia a la que se pretendía acceder.
Falso contestador
Este timo consistía en ofrecer una prestación que todavía no se ha inventado. Para ello, se notificaba al usuario vía correo electrónico la existencia de un mensaje de voz en el contestador de la app. De modo que cuando este lo encendiera se descargarse un software malicioso a partir del cual los estafadores poder acceder al dispositivo.